“…Si bien las tendencias pueden tener en parte su origen atendiendo a esta primera compresión sobre su emergencia, en realidad existen otros factores que las constituyen, especialmente relacionados con la manera de comprender la cultura, la diversidad y por el reconocimiento o no de la colonialidad como ejercicio de poder que, desde la igualdad y la homogeneización han pretendido construir la idea de que existe una comprensión supracultural de la La primera tendencia sobre la interculturalidad surge del reconocimiento de problemáticas relacionadas con la diversidad social y las evidencias de marginación y exclusión de ciertas poblaciones; busca fundamentalmente la construcción de una ciudadanía inclusiva que supere las condiciones de injusticia social y rezago sociocultural y económico en pro de un bienestar común o calidad de vida. En este sentido, su campo de acción se concentra fundamentalmente en la formulación de políticas públicas que garanticen la inclusión de los diversos (especialmente grupos étnicos y poblaciones migrantes) y en el desarrollo de acciones pedagógicas orientadas a la formación de competencias interculturales en los operadores del Estado, (servidores públicos, educadores, promotores sectoriales, entre otros) así como en las organizaciones para mejorar sus competencias de participación frente a las instancias gubernamentales y una mayor efectividad en los sectores estatales, buscando responder al discurso de progreso de una sociedad globalizada (Aneas Álvarez, 2005;Fiorucci, 2017;Fontalvo et al, 2014;Ibarra, 2020;Ruiz-Matas & Castaño, 2004;Sánchez-Fontalvo et al, 2015;Stefoni & Stang, 2016;Vallejo & Quiroz, 2016).…”