“…Cambios importantes y necesarios que se presentan en cada instante en la sociedad del conocimiento (Caro, 2018), escenarios que convocan a transformar múltiples procesos de atención, abordaje y solución de situaciones y condiciones que enfrentan los diversos actores de la sociedad. Movimientos que requieren ser atendidos para dar respuesta a dichos sujetos de acuerdo con su cultura, intereses, necesidades, lengua, discapacidad, estilos y ritmos de aprendizaje, entre otros (Velásquez, Quiceno & Tamayo, 2016;Zapata, López, & Rivera, 2015), y quien mejor para impulsar estas transformaciones que los centros escolares (Aguilar & Sánchez, 2018;Guerrero & Pérez, 2016) y los actores educativos responsables de impulsar estrategias y acciones para favorecer una educación y atención incluyente de calidad con equidad a los estudiantes de acuerdo con los desafíos que demanda la sociedad del conocimiento El proceso en cuestión, demanda a los docentes ostentar los conocimientos y medios que les permitan identificar cualquier situación de discriminación y exclusión en los diferentes contextos (Alcívar & Rivadeneira, 2018), además de buscar alternativas para concientizar a otros actores educativos en transformar prácticas excluyentes a una incluyente, lo que implica no únicamente integrar al alumno en el trabajo cotidiano, ni en los juegos, sino en el cambio de los principios, las prácticas, las políticas, los valores culturales y educativos que existen, y se desarrollen para aceptar, valorar, apoyar y dialogar con todos los alumnos (Jiménez, Lalueza, & Fardella, 2017;Sancho, Jornet, & González, 2018).…”