En este artículo presento un análisis panorámico de La niña gorda de Santiago Rusiñol y someto el texto a un doble ejercicio de revisionismo: por un lado, cuestiono la lectura algo limitada de la novela como humorística o carnavalesca hecha desde el contexto catalán; y por otro, argumento mediante secciones temáticas el carácter comprometido de esta novela para el propio Rusiñol y defiendo la actualidad de los debates sobre identidad, capitalismo, catalanismo, matrimonio, feminismo y estética que aparecen en sus páginas. Con La niña gorda, Rusiñol revisa la validez o los límites de los principios estéticos que guiaron su propia obra artística en el pasado, especialmente su representación de la mujer, y critica mediante la parodia la ubicuidad de heroínas tísicas y flacas en su propio imaginario cultural teñido de los ideales del simbolismo y del decadentismo.