Durante las primeras presidencias de Lula da Silva (2003-2011), la política exterior brasileña (PEB) tuvo entre sus aspectos más destacados el afianzamiento de América del Sur como un rasgo constitutivo de la identidad internacional del país y el intento de transformar a la región como una entidad geopolítica. El punto cumbre del proyecto “sudamercanista” estuvo en la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en el año 2008. En la gestión de Jair Bolsonaro, sin embargo, se produjo una redefinición de la narrativa internacional, que incluyó el “abandono” de América del Sur como aspecto prioritario de la PEB. Partiendo de una perspectiva constructivista y utilizando principalmente el método interpretativo del análisis del discurso, este trabajo analiza la relación entre identidad y política exterior en lo que va del tercer gobierno de Lula da Silva, demonstrando que con la nueva gestión América del Sur ha vuelto a ser una representacíon dominante en el discurso gubernamental brasileño.