Se recurre al caso del asedio cultural sufrido por los pueblos indígenas de Guatemala en los años setenta y ochenta para explicitar, por un lado, la continuidad de lógicas estratégicas y políticas coloniales en la actualidad y por el otro, su manifestación en el golpe de estado que precipitó violentamente la salida del gobierno del ex presidente de Bolivia, Evo Morales, en noviembre de 2019. En ese orden de cosas, se realiza una aproximación al significado y las implicancias de las innovaciones estatales promovidas por los procesos autonómicos de los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia, consagradas por la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de 2009. Luego, se abordan sucintamente los procesos electorales en la Organización de Estados Americanos, Bolivia y los EE.UU. desarrollados a lo largo del 2020 para facilitar la comprensión de las activas resistencias internas y externas que continúan despertando las demandas por la profundización de la Plurinacionalidad. Dada la ubicuidad y la intensidad de tales resistencias se propone retomar la figura del asedio cultural como hipótesis explicativa de las estrategias que obstaculizan este proceso histórico y que pretenden relegarlo a un mero ejercicio constitucional.