En siglo XX, el Gobierno de México y la prensa construyeron una relación de interdependencia basada en el Estado corporativo y las figuras del Presidente de la República, el Secretario de Gobernación y el Partido Revolucionario Institucional. El control sobre la prensa fue ejercido mediante mecanismos legales como la Constitución de 1917 (artículo 6 y 7), la Ley del timbre y el funcionamiento de la Empresa Productora e Importadora de Papel. Este artículo se pregunta, a través del método histórico-crítico, si hubo otros mecanismos de control, (como, por ejemplo, la celebración de El Día de la Libertad de Prensa el siete de junio de 1951) y en qué medida los periodistas lo asumieron como una oportunidad para aliarse con el Gobierno, que apenas les ofrecía una libertad limitada.