“…En un gran número de estas aportaciones, se observa que las reformas, inspiradas en los principios de la Nueva Gestión Pública, han producido múltiples «efectos corrosivos» (Healy, 2009) en el trabajo social ("herida neo-gerencial"): han convertido en prioridades la adhesión a los procedimientos y el logro de objetivos de eficiencia gerencial por encima de los fines de justicia social; han reducido el espacio para la programación social y para la reflexividad de los trabajadores sociales; y han des-politizado el trabajo social. En definitiva, la difusión del neo-gerencialismo en las organizaciones del bienestar habría contribuido a "deformar" la profesión social y a cambiar "el sentido" del oficio de asistente social, no solo en el contexto británico sino también en la Europa continental, meridional y, en parte, en los paises escandinavos (Kessl, 2009;Branco y Amaro, 2011;Cintora, 2001;Artois, 2012;Harlow et al, 2012).…”