El propósito de este artículo es examinar la tensión que existe entre los propósitos principales de la educación superior, humanista y utilitario, mediante el enfoque por competencias. Las principales conclusiones del estudio teórico, basado en los enfoques estructural-funcional y sistémico-genético, son que esta tensión se resuelve introduciendo las competencias universales (el análogo ruso de las competencias clave, las soft skills), que debido a su especificidad, pueden desempeñar funciones utilitarias, humanísticas, integradoras y equilibradoras del aprendizaje. La educación y la autoeducación (desarrollo intelectual, valórico y existencial respectivamente) en la matriz universalizadora de la reproducción de la cultura, pueden transferir rasgos de la educación universitaria clásica (humanismo y universalismo) a la educación especializada de los institutos, contribuyendo a su convergencia. Sin embargo, la visión, desde el enfoque de competencia, de los dos propósitos principales de la educación, superan la dicotomía artificial entre ellos, y sigue siendo en esencia instrumental y no autotélico.