“…n los últimos años se han multiplicado las investigaciones en torno a los cambios lingüísticos inducidos por contacto, especialmente los referidos a cambios indirectos (Heine y Kuteva 2005, Matras 2009, Palacios 2011, 2014, 2019a, 2019b, 2021Thomason 2001, entre otros) que se manifiestan a través de la adopción de nuevos valores semánticos y/o pragmáticos, cambios en la frecuencia de uso de determinadas estructuras, ampliación o restricción de sus contextos de uso, y en general procesos de cambio que pueden seguir caminos unidireccionales a la manera de los procesos de gramaticalización (Heine y Kuteva 2010, Matras 2011, Palacios y Pfänder 2018. En estos casos el contacto se constituye como un disparador de algunos cambios lingüísticos, pero no como un mero calco o trasvase entre lenguas, sino como nuevos significados que surgen a partir de la explotación de los recursos lingüísticos de los que dispone el hablante en sus dos lenguas, especialmente en aquellas áreas que percibe similares, lo que le permite crear estrategias comunicativas innovadoras para una interacción más eficaz y que dan lugar al cambio lingüístico.…”