“…Ligado a estas orientaciones de orden didáctico, algunos trabajos advierten la imprescindible coherencia entre lo que se enseña y lo que se evalúa (Arechabala, et al, 2011;González, 2019), por lo tanto, recurren a algunos instrumentos evaluativos como las rúbricas (Valdés y Barrera, 2020), portafolios multigéneros (Boillos, 2016); evidenciando la necesidad de contar con modelos de corrección que ayuden a la toma de conciencia para su mejoría, al respecto Cantero (2018) señala: "los géneros académicos orales no poseen estructuras formales y menos pautas evaluativas para mejorar las producciones de los estudiantes universitarios frente al uso del género la exposición" (p. 12). Desde este panorama, se identifica una mirada amplia en las prácticas de enseñanza del género discursivo como actividad social, al reconocerse su carácter dinámico, monologal, dialógico y transversal a todas las esferas de la actividad discursiva humana.…”