“…Para ello, el gobierno franquista había planteado un proyecto educativo que, tomando como base los planes de estudio de los Institutos Laborales y las Escuelas de Formación Profesional, buscaba desposeer a la clase trabajadora de su identidad. En este tipo de centros, dirigidos prioritariamente por la Iglesia católica, jóvenes y adultos fueron capacitados laboralmente bajo una pedagogía adoctrinadora, que constituyó la principal cobertura educativa para iniciar el desarrollo económico del país en años sucesivos (Alvargonzález, 1991;Bravo, 2016;Delgado, 2005;Delgado & Ramírez, 2014Díaz, 2017;García Álvarez, 2001;Pérez, 2015;Sánchez, 2006;Zafrilla, 1999).…”