“…12,23 Sin embargo, a partir de 2012, los avances tecnológicos y la estandarización de técnicas quirúrgicas en reconstrucción vascular, así como la realización de estudios de imagen al donante vivo como parte del protocolo previo a la donación, han permitido minimizar el riesgo de complicaciones durante el trasplante, tanto para el receptor como para el donante vivo. [11][12][13]24 La angiotomografía renal ha adquirido relevancia al ser un método mínimamente invasivo con la ventaja de que permite observar la presencia de patologías intrínsecas del riñón, como masas renales, calcificaciones, litiasis y alteraciones del sistema excretor; 25,26 asimismo, ha permitido definir la arquitectura vascular renal, al evaluar el número y localización de arterias y venas principales y el patrón de ramas vasculares accesorias. 25 La angiotomografía renal tiene una sensibilidad de 88% y una especificidad de 98% para identificar arterias renales accesorias; para identificar ramas arteriales prehiliares, tiene una sensibilidad de 100% y una especificidad de 97%; finalmente, para identificar anomalías venosas, cuenta con una sensibilidad de 100% y una especificidad de 97%.…”