Los eventos climáticos extremos en la Amazonía, como El Niño 2023-24, en combinación con anomalías de altas temperaturas en el Océano Atlántico Norte, exacerban los cambios impulsados por el hombre en la Amazonía (i, ii), especialmente con la ocurrencia de mega-incendios, que amenazan el bienestar de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (IPLC), así como de quienes viven en sus ciudades y pueblos. Poner fin a toda deforestación (legal e ilegal) y prevenir la degradación forestal, puede restaurar el sumidero de carbono de la Amazonia, incluso frente al cambio climático global.