“…Si bien, por lo general, las reuniones de las sociedades eran más o menos públicas, 39 algunas, como la Sociedad Valeper de Buenos Aires, eran de 39 Como se ha destacado correctamente, las sociedades, en esta época, no tenían la necesidad de actuar secretamente, salvo casos excepcionales; empero, con la llegada de Rosas al poder, a finales de la década de 1820, aquéllas fueron perdiendo dinamismo [Zubizarreta, 2015]. Sin embargo, como lo ha puesto de resalto este autor, bajo el rosismo no se operó un renacimiento de las sociedades secretas, lo que se explica por dos razones pues, por un lado, sus principales animadores se habían marchado al exilio y, por otro, el sistema de vigilancia funcionamiento secreto; esta asociación fue fundada y presidida por Juan Crisóstomo Lafinur -quien actuaba bajo el nombre clave de "Sinforiano"-y, a su partida de Buenos Aires, fue reemplazado por Diego Alcorta, quien lo hacía como "José Antonio" [Orsi, 1954].…”