“…Luego de más de quince años de políticas de promoción de la economía social y la economía popular en Argentina, se fue construyendo un creciente reconocimiento de la centralidad de estas "otras economías" en la reproducción de las clases populares (MALDOVÁN BONELLI, 2018;GAGO et al, 2018;FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, 2018;MUÑOZ, 2018;FREGA, 2019). A pesar de ello, la desprotección aún sigue siendo un rasgo estructurante de estas formas de trabajo no asalariadas que se despliegan como estrategias de generación de ingresos, impulsadas desde distintos sectores de la clase trabajadora y desde diversos movimientos sociales, frente a los límites del mercado de empleo, y para atender diversas necesidades que no son plenamente reconocidas por el Estado.…”