La ciudad de Bahía Blanca experimenta, en los últimos años, una expansión del suelo urbano hacia la periferia sufriendo alteraciones, en particular, de sus bordes. En este sentido, los residentes más antiguos del rururbano bahiense, dedicados a tareas agropecuarias, son vulnerables -debido al crecimiento de usos incompatibles, en general, con sus rutinas- y a través de sus prácticas cotidianas, demuestran arraigo y tendencia a permanecer o desarraigo y disposición a abandonar sus propiedades. El trabajo identifica los impactos de la urbanización en el área y la percepción de sus pobladores respecto a esta situación, así como establece la vulnerabilidad, en especial, de los pobladores más antiguos cuyas decisiones y estrategias incidirán en la tendencia al cambio del borde. La metodología combina técnicas cuali-cuantitativas y está basada, en el trabajo en el terreno, la aplicación de entrevistas semiestructuradas a los pobladores y la incorporación de los datos en un SIG para confeccionar la cartografía síntesis de vulnerabilidad.