“…Con respecto al oi, en el corpus se constató la coocurrencia del pronombre dativo con un oi léxico o un oi en forma de sintagma oblicuo (a + pronombre oblicuo) en la casi totalidad de las cláusulas, independientemente de la posición del oi en relación con el verbo finito; es decir, tanto en doblados de clítico en sentido estricto como en dislocaciones. Esto corrobora la misma tendencia registrada para todas las variedades del español estudiadas (véase, entre muchos otros, Rini, 1991;Bogard, 1992;Fernández Soriano, 1999;Company, 2002;Torres Cacoullos, 2002;Flores y Melis, 2004), aunque esta tendencia se presente "en diferentes estados de evolución y ofrezca grados de gramaticalización muy diversos" (Flores y Melis, 2004, p. 353). La cuantificación de los datos encontrados en nuestro corpus muestra que el grado de gramaticalización de la realización del clítico de oi es casi absoluto (de un 99%), comparable a la proporción entre 90% y 96%, "cercana a un uso absoluto" (Company, 2002, p. 52), que se documentó en la variedad mexicana.…”