“…El hábito lector se entiende como una conducta estable que se desarrolla con el ejercicio voluntario de la lectura dentro de la vida cotidiana, lo que lleva a la persona a elegir leer libremente con el fin de ocupar parte de su ocio (Cerrillo et al, 2002). Distintas investigaciones han evidenciado que existen diferentes perfiles lectores entre la comunidad universitaria y que, aunque es una población que valora positivamente la práctica lectora, la mayoría tiene un concepto de lectura instrumental y no recreativa, que es la que favorece el comportamiento lector voluntario (Larrañaga y Yubero, 2005;Gilbert y Fister, 2011;Yubero y Larrañaga, 2015;Fernández y Ojeda, 2018;Sánchez-García, 2019). Dado que se ha demostrado la relación positiva entre un hábito lector estable, mejores habilidades verbales y éxito académico (Elche et al, 2019;Martin-Chang et al, 2021), resulta crucial fomentarlo en el entorno universitario.…”