La periurbanización constituye una de las expresiones territoriales de mayor dinamismo en la sociedad contemporánea. Se han constituido nuevas formas derivadas del rol preponderante que ejercen los núcleos urbanos, que expresan transformaciones y fenómenos emergentes en sus periferias y en el entorno rural circundante. En esos ámbitos tienen lugar diversas dinámicas territoriales a partir de la reconfiguración de los espacios de la producción alimentaria en los entornos periurbanos que forman parte de los sistemas metropolitanos. Se manifiestan facetas diferenciadas de la institucionalización de la alimentación sostenible en entornos urbanos y periurbanos, en la ruta de la transición hacia la alimentación sustentable y en las que se expresan diferentes modalidades territoriales. Ahí, adquieren relevancia procesos determinantes en la estructuración territorial contemporánea, vinculados a nuevas tendencias alimentarias sustentables y sanitarias, como la proximidad, la consolidación de los circuitos cortos de consumo y la instauración de novedosas formas territoriales como los sistemas alimentarios ciudad-región y los parques agrarios, en un contexto de reestructuración y reordenamiento de los espacios periurbanos, como parte integrante de los sistemas metropolitanos. La figura del parque agrario constituye una innovación territorial frente a la metropolización creciente, que amenaza y desarticula la dinámica de los espacios agrarios periurbanos. Principalmente en Europa, constituye una modalidad a través de la cual se ordenan y gestionan los espacios agrarios en los ámbitos jerárquicos metropolitanos. Se enfatiza el carácter social y las acciones colectivas que sustentan las prácticas agrícolas, como parte de la sustentabilidad urbana. Se señalan los roles trascendentales de los actores sociales, las organizaciones ciudadanas y de productores, así como de las instituciones participantes, en la configuración de la gobernanza territorial periurbana, a partir de los fundamentos de la economía solidaria y la justicia social. Se destaca la difusión que adquieren en estos procesos las modalidades fundamentadas en un amplio sustento cooperativista (hubs alimentarios, supermercados cooperativos, obradores compartidos), vinculadas a la gestión productiva y del consumo alimentario. Se señala la idea en torno a la agricultura periurbana de proximidad como un valioso aporte al abasto alimentario, a través de los sistemas alternativos de producción y consumo. Si bien la producción convencional de alimentos predomina aún en el abasto de los centros urbanos, el reto consiste en fortalecer las modalidades existentes en la agricultura urbana y periurbana, como opciones de alimentación sana y como salvaguarda de las economías agrarias locales y campesinas. Su consideración dentro de las políticas públicas de desarrollo rural es limitada, por lo que es imprescindible fortalecer los apoyos de los gobiernos locales y metropolitanos. En términos de la permanente redefinición del carácter multifuncional que experimentan los espacios rurales contemporáneos, sobre todo aquellos vinculados a las dinámicas de los sistemas metropolitanos, se requiere estudiar a fondo otras transformaciones y expresiones diferenciadas en estos ámbitos de interacción urbano-rural, (usos del suelo, nuevas formas de poblamiento, neoruralidad y las diferenciaciones socioterritoriales), por las vinculaciones que establecen entre sí, en la transformación permanentemente de los espacios periurbanos.