Linnaeus as a Second Adam? Taxonomy and the Religious Vocation

Abstract

Swedish naturalist Carl von Linné (1707-1778) became known during his lifetime as a "second Adam" because of his taxonomic endeavors. The significance of this epithet was that in Genesis Adam was reported to have named the beasts-an episode that was usually interpreted to mean that Adam possessed a scientific knowledge of nature and a perfect taxonomy. Linnaeus's soubriquet exemplifies the way in which the Genesis narratives of creation were used in the early modern period to give religious legitimacy to scientific activities and to taxonomy in particular. Allusions to Adam's work in the Garden of Eden thus became a way of investing the vocation of the naturalist with religious significance.

Parasite Soup: Faith and Science in the History of Parasitology

“…To early natural philosophers like Francis Bacon, Carl Linnaeus, and John Ray, who were developing what would become the scientific method and establishing robust traditions of precise observations coupled with repeated experimentation, Küchenmeister's integrated model of science and faith would be expected and applauded (Lindberg and Numbers 1986; Harrison 2009). Many of our scientific progenitors were explicitly inspired to explore creation by their resolute faith in an orderly law‐like universe designed to perfection by a Grand Architect (e.g., Ray 1714)—an idea widely popularized by Paley ([1802] 1829) in his Natural Theology .…”

La evolución de la biología y la biología evolucionista: especie y finalidad

“…Linneo dominó el panorama de la biología durante su siglo por ser un "trabajador incansable" que tenía muy en cuenta las necesidades de la ciencia de su época (Blunt 1982, 11). Como un segundo Adán 4 (Harrison 2009), se otorgó la tarea de nombrar a los seres vivos. La analogía resulta oportuna por el gran sentido religioso patente en la obra del autor sueco, donde ciencia y teología natural diluyen sus fronteras.…”

El Currículo de las Matemáticas Escolares y el Gobierno del Sujeto Moderno

“…Por eso, el acceso del hombre al conocimiento verdadero se logra a través de las matemáticas. Como sugiere Harrison (2009), la búsqueda a principios de la modernidad de un lenguaje natural transparente y no ambiguo se basaba no sólo en una matematización de la naturaleza que asumía que los órdenes matemáticos representaban la Sabiduría Divina, sino también en que hay un orden en la naturaleza que está regida por los principio del orden matemático: "Si Dios es el Creador, se asumió que detrás de la notable diversidad de las cosas con vida debe haber algún orden comparable de alguna manera con el orden matemático que gobierna el movimiento de los cuerpos físicos". (HARRISON, 2009, p. 883).…”