La diversificación de la matrícula en la universidad latinoamericana ha planteado desafíos en la escritura académica. La respuesta universitaria a menudo se enfoca en los déficits de los nuevos estudiantes, ignorando la necesidad de cambios estructurales para abordar la diversidad del alumnado. El presente artículo se basa en dos estudios realizados en el contexto chileno. Uno incluyó treinta estudiantes de tres universidades chilenas que ingresaron mediante programas inclusivos, mientras que el otro siguió a doce estudiantes admitidos regularmente y otros doce a través de programas de inclusión. Ambos adoptaron un enfoque de literacidades académicas, considerando la lectura y la escritura como prácticas sociales. Utilizando la justicia social y las literacidades académicas como marco, el artículo reflexiona en torno a cinco ejes conceptuales emergidos de los datos para proponer un modelo complejo de las literacidadesuniversitarias, que incluye la perspectiva del déficit de las instituciones, las prácticas de escritura de los estudiantes, el deseo de expresar la voz de los estudiantes, la práctica institucional del misterio y el rol de los cursos de escritura. Con base en estos ejes, se ofrecen siete orientaciones de acción para una pedagogía de la escritura en la universidad con enfoque de justicia social.