Literatura infantil: aproximación al concepto, a sus límites y a sus posibilidades

Abstract

La presencia de la Ilamada "literatura infantil" como producto cultural y de mercado en las sociedades actuales es, sin duda, cada vez más abundante. Existen, en relación con ella, un numeroso catálogo de títulos, librerías, editoriales especializadas, premios y autores, entre otros, y, sin embargo, el debate en torno a su naturaleza, sus rasgos definitorios, las obras que la componen o su papel en la creación de lectores sigue sin estar cerrado en el ámbito científico. Por otro lado, son muchas, y a veces irreconciliables, las posturas posibles en estos aspectos según la perspectiva adoptada, pero lo cierto es que estas obras cada vez están más presentes en los hogares y, sobre todo, en las escuelas, en un intento más de búsqueda de textos motivadores y adecuados que acerquen a los niños a la lectura y a la literatura. En este artículo, se pretende, en un primer momento, revisar sucintamente el estado de la cuestión con respecto al concepto y los límites de la literatura infantil para, a continuación, exponer y argumentar la necesidad de reorientar la presencia de la literatura en la educación escolar tanto en lo metodológico como en el mismo establecimiento del canon.

Literatura infantil y mediación lectora. Concepciones y creencias del profesorado en formación

“…Sobre el carácter estereotipado de las creencias, en general, se reconoce una posible correspondencia entre los modelos de "práctica escolar" (vinculados a la "re-creatividad" de cuentos maravillosos en el sentido más instrumental posible), y la asunción de la LI como un material narrativo relativamente "lúdico" y para "niños(as)" (Merino et al, 2019). Al respecto, numerosos estudios escrutan las causas posibles de este fenómeno, asociándolo, a escala internacional, con recurrencias como: la disociación entre los discursos sobre la lectura versus las prácticas de lectura (Muñoz et al, 2020); la proyección de las creencias del profesor sobre sus prácticas de mediación (Munita, 2014); el exceso de atención a los gustos del infante sin precisar sus carencias como lector (Núñez-Delgado, 2009); la escasa atención a la doble fuente de la que bebe la interpretación: el texto más el bagaje cultural del lector (Álvarez-Álvarez y Mantecón, 2019;Lomas, 2002); el desconocimiento por parte del mediador de un corpus amplio de LI contemporánea, así como de sus obras clásicas (Gómez-Rubio, 2021); la ausencia de experiencias de mediación memorables de la época escolar (Galván-Arriondo, 2021); el análisis de la ilustración, la solidez de los criterios de selección de obras, o el reconocimiento del fenómeno/mercado editorial (Díaz-Plaja, 2009); entre otros factores.…”

Traducción cultural y representación de la cultura mapuche en dos obras de literatura infantil y juvenil chilena

“…La literatura infantil y juvenil (en adelante, LIJ) es un terreno crecientemente explorado por la crítica e investigación académica y literaria; no obstante, por su histórica asociación al canon escolar, se le relegó a la categoría de «subliteratura», una literatura menor en relación con la «gran literatura» o «literatura general». Este aspecto ha sido calificado por María del Pilar Núñez (2009) como parte de los elementos que operan negativamente en la LIJ, junto con el peso de la intervención de las editoriales y la instrumentalización moralizante y didáctica. Estas condiciones de posibilidad han hecho que, históricamente, el libro infantil y la niñez fueran, según Sánchez Corral (1992), «objeto y receptor de los contenidos doctrinales, orientados según los preceptos éticos e ideológicos dominantes y según las necesidades acomodaticias de las clases más privilegiadas» (p. 529), lo cual incide en que hasta hoy día en el sistema escolar chileno se genere un discurso moral para la formación de las y los niños que instrumentaliza la literatura, alejándola de la experiencia estética y el goce lector.…”