“…Es verdad que esta explicación racional de lo narrado, esta versión refutada que aporta la dialéctica de Feijoo, en realidad adopta la forma de una "antileyenda" (Zavala, 1998), es decir, contradice las formas dialogales o narrativas de la leyenda tradicional o del mito, pero sirven en todo caso de testimonio o de documento-espejo del relato que se quiere poner en tela de juicio. Ciertamente, el "vulgo" de la época de Feijoo venía influenciado por las comedias barrocas de magia y por la literatura de cordel y sus esquemas mentales (Caro Baroja, 1969;Marco, 1977). La confusión entre ortodoxia y creencias descabelladas está en la propia raíz de muchas de estas historias, como las de santos y eremitas del tipo de San Antonio Abad (Abad, Ermitaño, Enterrador, Santo y Veterinario, todo en uno) o San Pablo el Ermitaño, etc.…”