El absceso hepático es una lesión inflamatoria ocupante de espacio en el hígado causada por agentes infecciosos.1 La amebiasis es una infección frecuente en los países en desarrollo y el absceso hepático amebiano es su principal manifestación extraintestinal más común, es causado por Entamoeba histolytica, Entamoeba dispar, Entamoeba moshkovskii y Entamoeba bangladeshi, indistinguible uno del otro por microscopía. Se manifiesta con fiebre, dolor en el hipocondrio derecho, fatiga e hiporexia. Pacientes con alto riesgo de presentarlo: en estado de inmunosupresión, diabetes mellitus, alcoholismo crónico y desnutrición.2
Clásicamente, la aspiración de un absceso hepático amebiano revela un líquido como en “salsa de anchoas”. El ultrasonido tiene una sensibilidad superior al 90% para detectar esta infección. Tomografía computarizada, es una técnica más sensible y ofrece una mejor resolución en la imagen para la visualización de la lesión y su extensión extrahepática hacia la pleura y el pericardio.1
En general, la mortalidad es baja, entre 0% y 5% si se implementa una terapia médica ideal. La complicación más común es la ruptura hacia órganos adyacentes. Se asocia con alta mortalidad si no se trata a tiempo.1