El trabajo busca repensar las trayectorias de mujeres que han sido privadas de la libertad, y los significados diferenciales que asumen sus estadías carcelarias, evitando reinscribirlas en posiciones de “víctimas perfectas”. Para ello, se tienen en cuenta no sólo las condiciones estructurales de opresión, y las violencias que de ellas se desprenden, sino también las acciones y decisiones que estas mujeres llevan adelante para sobrevivir. Se presenta el relato de vida de Candela, quien atravesó el sistema penitenciario en dos oportunidades, y se lo analiza a partir de su relación con las agencias punitivas (no penitenciarias) y con la institución familiar, respectivamente. Se realizó una entrevista biográfico-narrativa, en su vivienda, ubicada en la localidad bonaerense de Mar del Plata (Argentina) en el mes de agosto de 2017. Su testimonio permite problematizar, por un lado, el entramado de instituciones que disciplinan las biografías de las mujeres insertas en contextos de pobreza y marginalidad, pero también los “cálculos” y estrategias que ellas mismas despliegan en pos de su cuidado/defensa, y el de sus hijos/as. Se concluye que las mujeres sobreviven a “otras cárceles” que anteceden y se constelan con el sistema penitenciario, dotando a este último de sentidos nuevos y paradojales.