La inclusión educativa del estudiantado extranjero es un tema contingente en las aulas chilenas. Una vez superadas las barreras de acceso al sistema educativo, se hace necesario potenciar el reconocimiento de la diversidad cultural como condición para la transformación del currículum. Este trabajo describe un estudio empírico, desarrollado en el sur de Chile, que recrea la propuesta teórica y metodológica de los fondos de conocimiento (FdC) con el objetivo de explorar los saberes, competencias y habilidades de una familia de origen venezolano y valorar la continuidad/discontinuidad de estas prácticas y saberes que se detentan en la escuela. El estudio de caso aplica la metodología cualitativa y sigue una aproximación etnográfica que incluye observaciones, entrevistas semiestructuradas y otras técnicas participativas para la producción de datos. Los resultados muestran que los FdC tienen alta continuidad con las metas, prácticas y herramientas utilizadas en el contexto escolar, en contraste con el enfoque del déficit con el que se ha asociado a la diversidad cultural en las escuelas. Se finaliza discutiendo las ideas y el potencial de este enfoque para abordar la educación intercultural desde lo curricular en contextos escolares altamente neoliberales, como en el caso de Chile.