“…Muchas de ellas se materializan en las condiciones estructurales de desigualdad socioeconómica y espacial, así como de oferta educativa formal e informal, en la estructura productiva, el entorno y, en general, las diversas oportunidades de inserción social a las que este grupo puede pertenecer. Ejemplo de ello es el encajamiento laboral, ya que el trabajo remunerado es, quizás, el único elemento que dota de independencia económica y familiar, y genera así nuevas formas de relación con el ambiente (Espejo & Espíndola, 2015), pero las condiciones actuales limitan drásticamente este tipo de vinculación, y en los casos más dramáticos incrementan las cifras sobre desigualdad social (Buitrón et al, 2018).…”