Resumen En este artículo se plantea una aproximación al pensamiento contrarrevolucionario durante el periodo del Primer Imperio Mexicano a partir de las obras impresas de Juan José Fernández de Lara y Arellano, cura de Tepeyanco. Su actividad como polemista en 1822 permite reparar en los principales temas que enfrentaron a liberales y serviles tras la independencia. Revela las expectativas que los conservadores depositaron en el nuevo país y las frustraciones que afrontaron al no materializarse sus demandas. Este estudio atiende asimismo a la dimensión profética y escatológica del religioso, quien participaba de una interpretación pesimista de la realidad. Se propone observar la reacción mexicana como parte integral y constitutiva del proceso revolucionario hispánico. A ambos lados del Atlántico, los antiliberales comprendieron que los tiempos estaban cambiando y que, necesariamente, se requerían combinar viejos y nuevos repertorios de actuación para seguir en la brecha.