“…Esta realidad, que se ha construido como "resultado de procesos interrelacionados de carácter histórico, sociológico, político, económico, religioso y cultural" (Giró, 2009: 17), ha promovido una concepción social, particular, sesgada y vinculada con estereotipos de género de los estudios de Educación Infantil. Aunque esta situación se sigue produciendo en la actualidad, un hecho positivo y que hemos de considerar es el aumento en los últimos años de la presencia de varones como maestros en las aulas de Educación Infantil (Vendrell, Dalmau, Gallego y Baqués, 2015). No obstante, y como se desprende de diversos estudios (Jover, Valdés y Chiaramello, 2019;Vendrell et al, 2008) la matriculación de alumnado varón en los estudios de Grado universitario de Educación Infantil no supera el 10%.…”