“…Por ejemplo, aunque el ladrillo tradicional sea el de mayor impacto ambiental, en muchos casos, es bastante asequible, y es común que el usuario decante su decisión por elegir un material de construcción dada su practicidad de adquisición. En este sentido, tal como se ha mostrado por (28,29), metodologías como la que sigue el presente análisis, muestran un escenario diversificado, donde la priorización de indicadores depende de los parámetros de interés del usuario final, en algunos casos, resulta más importante economizar recursos, aun cuando se descuiden los indicadores ambientales y aquellos que definen la óptima funcionalidad del material de construcción. De la misma forma, se puede pensar en priorizar aspectos ambientales sin importar qué tan costoso resulte el proceso de construcción mediante el uso del material de menor impacto ambiental.…”