“…Actualmente, el machismo es entendido dentro de un continuo de masculinidad-feminidad, en cuyos extremos se ubican el machismo y el feminismo, respectivamente; y aluden a los roles sexuales que son asignados socialmente, dentro de un determinado contexto histórico y cultural (Yang & Merrill, 2017); condicionando modos de ser, pensar y sentir (Moya, Poeschl, Glick, Páez, & Fernández Sedano, 2005). Asimismo, las investigaciones sobre la masculinidad y la feminidad indican que, mientras más polarizados son los roles sexuales, la salud mental y el bienestar psicológico disminuyen (Bukowski, Panarello, & Santo, 2017;Díaz Loving, Rivera Aragón, & Velasco Matus, 2012;Pauletti, Menon, Cooper, Aults, & Perry, 2017). Por tanto, lo más recomendable es que los roles sexuales se expresen de manera moderada y sin que medien los prejuicios.…”