Recibido en junio de 1999; aceptado en mayo de 2000
RESUMENSe han determinado los perfiles verticales de concentración de Zn, Cd, Pb y Cu en el sedimento y el agua intersticial de tres estaciones de la Bahía de Cádiz. Las concentraciones de los distintos metales encontradas en los sedimentos superficiales dependen de su distancia a los puntos de vertido de los efluentes residuales existentes en la zona y de la naturaleza de éstos (urbana o industrial). Así, los niveles más elevados de Pb y Cd (70 y 0.31 µg g -1 , respectivamente) se han hallado en las inmediaciones de vertidos urbanos, y los de Zn y Cu (230 y 106 µg g -1 , respectivamente) en las proximidades de industrias relacionadas con la construcción naval. Los perfiles verticales de Zn, Cd, Pb y Cu, tanto en sedimento como en agua intersticial, muestran un notable aumento de la concentración en las capas más superficiales y unas concentraciones relativamente constantes a partir de los 20 cm. Las concentraciones en el agua intersticial son sensiblemente menores que las medidas en el sedimento, variando entre 13 y 57 µg L -1 para el Zn, entre 3 y 11 µg L -1 para el Pb, entre 9 y 320 µg L -1 para el Cu y entre 0.07 y 2.4µgL -1 para elCd. Los valores obtenidos para el índice de geoacumulación propuesto por Müller (1979) permiten considerar a la zona estudiada en una situación intermedia entre un sistema no contaminado y de contaminación moderada. Los valores encontrados para el factor de enriquecimiento superficial (concentración en los 5 cm superficiales/niveles basales) para los cuatro metales en las distintas estaciones, sugieren un único origen de contaminación por metales en la zona.Palabras clave: metales pesados, sedimentos costeros, agua intersticial, contaminación, voltoamperometría de redisolución anódica.http://dx.doi.org/10. 7773/cm.v26i3.590 Ciencias Marinas, Vol. 26, No. 3, 2000
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INTRODUCCIÓNEl comportamiento de los metales pesados constituye uno de los tópicos más estudiados en el medio marino, debido principalmente a su persistencia en el medio y a sus efectos sobre la biota. En general, estos elementos presentan una elevada capacidad para adsorberse sobre el material particulado (Brzezinska et al., 1984;Salomons et al., 1987;Dai et al., 1995;Wood et al., 1995), lo que hace que su destino principal sea la incorporación a los sedimentos costeros (de Groot et al., 1976). Este comportamiento está bien establecido para un gran número de metales, cuyos coeficientes de reparto entre la fase sólida y el agua presentan valores típicos comprendidos entre 10 3 y 10 4 (Bryan y Gibbs, 1983;Bryan, 1985; Bryan y Langston, 1992). Una vez que los metales son incorporados al sedimento, el cambio en las condiciones redox del medio provocado por la diagéne-sisinicial de la materia orgánica afecta al tipoy a la intensidad de la interacción entre metal y la fase sólida, lo que origina, en