El modelo de orientación educativa ha sufrido una importante transformación como respuesta a las demandas educativas de la sociedad en favor de un paradigma más centrado en la persona y focalizado en la búsqueda de una mayor inclusión y justicia social. Sin embargo, pocos estudios profundizan en la formación inicial de quienes serán futuras y futuros profesionales de la orientación. Este trabajo pretende explorar cómo cambia la concepción del rol de la orientación educativa entre orientadores y orientadoras en formación. Para ello, se analiza cómo la formación inicial influye sobre la construcción de su identidad profesional y promoción de la educación inclusiva. La investigación, de naturaleza cualitativa, toma como muestra 102 estudiantes de la especialidad de Orientación Educativa del Máster de Profesorado de la Universidad de Zaragoza, pertenecientes a los cursos 2018-19, 2019-20, 2020-21 y 2021-22. Las técnicas de recogida de datos incluyeron observación participante, relatos de vida, grupos de discusión, entrevistas y cartografías. El análisis ha permitido identificar el giro percibido por los futuros y futuras orientadoras en su identidad profesional hacia un modelo orientador centrado en la inclusión y en la justicia social más que en el déficit. Asimismo, el alumnado señala la colaboración y la investigación como elementos que articulan los procesos de cambio y construcción de la identidad profesional. Emergen igualmente contradicciones y dilemas en el alumnado, debido a las limitaciones y las resistencias existentes entre los y las profesionales de la docencia y de la orientación educativa. Finalmente, se discuten las posibles implicaciones.