“…El país cuenta con una "desarrollada infraestructura de autorregulación que ha evolucionado después del fin del régimen franquista, incluyendo consejos de la información nacionales y regionales y varios defensores tanto en medios escritos como audiovisuales" (Fengler et al, 2015, p. 256). Estos instrumentos de accountability tienen como función esencial contrarrestar las limitaciones y condicionantes que históricamente han caracterizado el contexto mediático español, entre las cuales cabe señalar la influencia política sobre el periodismo, la polarización de la esfera pública, las injerencias comerciales sobre los medios, la falta de transparencia, la débil profesionalización y la precariedad laboral Redondo-García, 2015;Hallin y Mancini, 2004;Luengo-Cruz, Maciá-Barber y Requejo-Alemán, 2017;Masip et al, 2018). Asimismo, estos mecanismos persiguen atajar disfunciones éticas propias del entorno digital que también afectan al escenario español, entre ellas la comodificación de los contenidos, la orientación hacía las métricas y el impacto de la desinformación en línea (Ramon-Vegas y Mauri-Ríos, 2020).…”