La muy conocida declaración emitida en el siglo diecinueve sobre los escritos de Gertrudis Gómez de Avellaneda, "¡Es mucho hombre esa mujer!", apunta hacia el binomio subyacente en el sistema género-sexo utilizado por el patriarcado para caracterizar la producción literaria de las mujeres. Este estudio examina las posibilidades de cambio en ese sistema a partir de la Revolución Cubana. La lectura de Ileana Rodríguez respecto al pensamiento revolucionario latinoamericano como constructor del ideal izquierdista de la guerrilla propone la posibilidad frustrada de un sujeto revolucionario construido como "diferente" sin el factor determinante de género. El binomio tradicional fue desplazado en Cuba durante un breve periodo después de 1959 dada la movilización populista y la reconfiguración del cuerpo político. El estudio de la ficción escrita por mujeres durante ese plazo revela un imaginario alternativo para el cuerpo revolucionario femenino que en última instancia quedó limitado por la consolidación del poder patriarcal bajo el régimen de Castro, lo cual permite percibir hasta el día de hoy un eco de aquel mismo sentimiento decimonónico sobre las escritoras. Palabras clave: Revolución cubana; escritura de mujeres; género; convenciones literarias A well-known nineteenth-century declaration regarding the writing of Gertrudis Gómez de Avellaneda, "¡Es mucho hombre esa mujer!" [She's quite a man, that woman!], exposes the binary underlying the sex-gender system in a patriarchal society used to categorize women's literary production. This essay examines the potential for change in that system after the Cuban Revolution. Ileana Rodríguez's reading of Latin American revolutionary thought constructing the ideal leftist guerrilla revolutionary posits the thwarted possibility of a revolutionary subject constructed as "different" rather than based on gender difference. A window of populist mobilization and reconfiguration of the body politic in Cuba after 1959 displaced the traditional binary for a short period. A study of women's fiction from the period reveals an alternative imaginary for the female revolutionary body ultimately limited by the consolidation of patriarchal power under the Castro regime, and an echo of that same nineteenth-century sentiment regarding women writers reverberates today.