“…A modo de ejemplo, las especies Golenkinia, Chlorella, Spirulina, Ankistrodesmus, Euglena, Navicula, Chlamydomonas, Phormidium, Scenedesmus, Nitzschia y Stigeoclonium son consideradas como aptas para el tratamiento de aguas residuales y su correspondiente producción de biomasa. Muchas de estas especies son además comercialmente interesantes para la alimentación humana y/o animal, la obtención de aceites esenciales y biocombustibles, entre otros fines (Borowitzka, 1999;Acién et al, 2017)…”