El catéter venoso periférico (CVP) es un dispositivo ampliamente utilizado en el entorno clínico, a su vez presenta altas tasas de complicaciones. Se han definido estrategias basadas en evidencia para la instalación, como para la mantención. El objetivo del estudio fue describir la adherencia a las prácticas clínicas basadas en evidencia en la instalación y mantención del CVP disponibles en un hospital de alta complejidad. La investigación corresponde a un estudio observacional de corte transversal de los CVP disponibles en usuarios hospitalizados, a través de un formulario de recolección de información evaluado por enfermeros del equipo de acceso vascular. Se analizaron 225 CVP, el 85,3% correspondió a personas adultas, el 50,6% de los dispositivos lo portaban usuarios de servicios médico-quirúrgicos. El dispositivo más frecuente fue el catéter periférico tradicional cuantificado en 93,7%. Con relación a las prácticas de instalación, se objetivó que el 58,2 % contaba con fecha y hora de instalación, el 69,7% no tenía número de intentos y el calibre más utilizado a nivel global fue el 20 gauge; mientras que las prácticas de mantención, el 93,9% tenía apósito transparente semipermeable con sitio inserción visible, el 71,6% no tenía síntomas clínicos al momento de la valoración. La complicación más prevalente correspondió a presencia de restos de sangre en el 8,4 %, el 30% estuvo inactivo las últimas 24 horas y un 81,8% no contaba con registro de lavado pulsátil cada 12 horas. Los resultados concuerdan con estudios internacionales y latinoamericanos para la instalación y mantención de estos dispositivos.