En este trabajo se analiza la influencia de las políticas de inmigración y de la Gran Recesión en la reunificación familiar en España. Tras el auge inmigratorio (2000-2008), las migraciones por motivos familiares han contribuido a mantener flujos de entrada significativos a lo largo de la crisis en España. Sin embargo, tanto la propia crisis como las políticas inmigratorias -como la necesidad de visado- afectan a este tipo de inmigración. Con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), esta investigación considera casos de inmigrantes primarios llegados a España de los cuatro principales países de origen (Ecuador, Colombia, Rumanía y Marruecos) y concluye, en primer lugar, que condiciones más estrictas para visitar el país -en particular, la exigencia de visado- frenan la reunificación matrimonial. La razón puede deberse a que durante el auge de la inmigración muchos inmigrantes secundarios llegaban a España como turistas. En segundo lugar, la Gran Recesión frenó la reunificación para todos los países considerados, excepto Ecuador, y su influencia negativa es mayor para las mujeres inmigrantes primarias, algo lógico pues la crisis eliminó empleos típicamente masculinos. En tercer lugar, y contrariamente a las expectativas que asignan al inmigrante secundario unos vínculos con el empleo comparativamente reducidos, la investigación muestra que la coincidencia de la reunificación con una profunda crisis económica y de empleo ha llevado a inmigrantes secundarios femeninos a la actividad laboral, aumentando la oferta de trabajo familiar, con el fin de mantener el consumo y / o las remesas, en lo que parece ser un “efecto trabajador añadido”.