“…En general, los sistemas de control se basan en dos aspectos que, en algunos casos, pueden combinarse: i) modificar las propiedades del ala a lo largo de la envergadura; y ii) alterar la geometría de los perfiles alares. En algunos casos, el control de la distribución de cargas aerodinámicas se realiza a partir de la disposición a lo largo de la envergadura de superficies sustentadoras móviles que actúan independientemente, con los objetivos de mejorar la respuesta ante ráfagas [4], proporcionar mayor controlabilidad [5], [6] y/o suavizar los esfuerzos sobre la estructura [7], entre otros. Por su parte, el concepto de modificar la geometría o forma de una superficie alar no es moderna [8], sin embargo, hacerlo activamente para modificar la distribución de sustentación sin utilizar superficies articuladas representa un desafío.…”