Desde el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria y financiera, el sobreendeudamiento hipotecario representa una preocupación para muchas familias españolas y catalanas, en un contexto de «nueva pobreza» caracterizada por el desempleo masivo y por unas políticas de austeridad que han conducido a muchas personas a la exclusión social. La pérdida de la vivienda tiene impacto sobre las relaciones sociales y condiciona tanto las estrategias socioeconómicas como las interpretaciones culturales del endeudamiento, en términos de estigma y de negación de una segunda oportunidad vital. Las realidades analizadas en el contexto de esta emergencia habitacional están marcadas por la amenaza del sinhogarismo, pero también por la oportunidad de la participación en un movimiento colectivo. Desde una aproximación etnográfica, los textos exploran, por una parte, la condición del endeudamiento y su impacto en las personas, y, por otra, las funciones ideológicas, políticas y socio-afectivas de un movimiento social en desarrollo.