Con ocasión de la conmemoración de los 40 años del quiebre de la democracia en Chile, una secuencia de eventos ilustra una eventual reposición del clivaje político o división autoritarismodemocracia en el sistema de partidos chileno. Este ensayo se inscribe en una línea argumental alternativa a la de las hipótesis que enfatizan la búsqueda de diferencias sociales estructurales como fundamento de los alineamientos del sistema de partidos, centradas en torno al clásico modelo de Lipset y Rokkan (1967). Aquí se emplea el modelo de full cleavage de Deegan-Krause (2008), que disecciona los clivajes y sus combinaciones posibles en tres dimensiones: socioestructural, normativa y organizacional-institucional. A partir de lo anterior, el artículo provee de plausibilidad a la hipótesis de que la reposición de la división autoritarismo/democracia se da al menos en dos elementos de lo que constituye un clivaje pleno: en los alineamientos ideológicos y en la organización del sistema de partidos. Dado lo anterior, se constata el papel determinante de la agencia política depositada en las élites partidistas para mantener con vida este tipo de conflictos. Esto resulta concordante con lo propuesto hace una década por Torcal y Mainwaring (2003). En cuanto a las implicancias comparativas de la aplicación de la teoría de los clivajes sociales al caso chileno, se advierte el problema potencial de darle un alcance general a la misma, dejándose instalada la interrogante sobre la pertinencia de usar estos conceptos en la realidad latinoamericana de forma acrítica. Palabras clave: Clivajes-sistema de partidos-autoritarismo-élites-agencia política.