“…Otra razón para su uso es su similitud con la respiración microbiana, para la que esta ecuación es muy utilizada. Lee et al, (1991), fueron los primeros en sugerir el uso de la ecuación de Michaelis-Menten para describir la tasa de respiración de los productos en función de la presión de O 2 y se ha utilizado para modelizar la tasa respiratoria de manzanas (Andrich et al, 1991;Andrich et al, 1998;Dadzie et al, 1996;Lee et al, 1991;Peppelenbos & Leven, 1996)), láminas de manzana (Lakakul et al, 1999), plátanos (Lee et al, 1991;Maneerat et al, 1997), arándanos Lee et al, 1996;Song et al, 1992), frambuesas , espárragos (Lee et al, 1991;Peppelenbos & Leven, 1996), bróculi (Lee et al, 1991;Peppelenbos & Leven, 1996), bróculi cortado (Haggar et al, 1992;Lee et al, 1991;Lee et al, 1996;Peppelenbos & Leven, 1996;Talasila et al, 1994), cerezas (Salvador et al, 2002), ensalada de col con zanahoria (McLaughlin & O'Beirne, 1999), lechuga cortada (Smyth et al, 1998), coliflor (Ratti et al, 1996) y otros muchos vegetales (Fonseca et al, 2002a). Este modelo respiratorio es válido sólo para respiración aeróbica, y la composición de los gases no se predice bien cuando la concentración de O 2 es muy baja.…”