“…Bacillus subtilis ha sido la especie de bacterias más usada, sin embargo, existen otras especies de antagonistas tales como B. methylotrophicus y B. amyloliquefaciens, las cuales han sido pobremente estudiadas, pero han sido consideradas como colonizadores eficientes que se diseminan ampliamente en diferentes hábitats, debido a su capacidad de formar esporas, su crecimiento en un amplio rango de temperaturas, producción de antibióticos que inhiben el crecimiento de fitopatógenos, además de ser promotores del crecimiento vegetal (Leelasuphakul et al, 2008). Ambos antagonistas, hongos y bacterias, constituyen la mayoría de la población microbiana en el suelo, que ha sido el principal reservorio natural, donde el equilibrio entre la diversidad de microorganismos es dinámico, contribuyendo en la reducción de enfermedades en plantas cultivadas y no cultivadas (Gajera and Vakharia, antagonistic fungi and bacteria, constitute the majority of the microbial population in soil that is the main natural reservoir, where the equilibrium between the diversity of microorganism is dynamic, contributing in reducing diseases in crop plants and uncultivated plants (Gajera and Vakharia, 2010;Singh and Islam, 2010). This ecological balance is supported by different complex interactions to inhibit the growth of phytopathogenic fungi through several modes of action such as: direct competition for nutrients and space, direct mycoparasitism, production of antibiotics by the excretion of toxic compounds like cytokinins and auxins, inactivation of pathogenic enzymes, also can be compatible with management practices, including the use of pesticides, production of organic and inorganic volatile compounds.…”