“…Kodály (citado en Chao, 2010) desarrolló una de las primeras investigaciones rigurosas en las que demostró los ámbitos en los que influía positivamente el estudio de la música. Actualmente diversos autores (Campbell, 1998;Chao, Mato y Ferreiro, 2014; Fonseca y Toscano 2012; Levitin, 2011;Rusinek, 2004) consideran que la educación musical es un ámbito de intervención pedagógica que debe ser abordado desde la formación general del individuo, ya que entre las capacidades desarrolladas a través del estudio de la música, se pueden destacar las siguientes: potencia el razonamiento inductivo/deductivo, favorece el lenguaje y estudio de lenguas extranjeras, influencia en el pensamiento lógico-matemático, mejora la atención, la respiración, la relajación, la motricidad fina, el autoconcepto, la empatía, el sentido de responsabilidad, la perseverancia, el compromiso, entre otros (Campbell, 1998(Campbell, y 2000Despins, 1986;Goleman, 1996;Shapiro, 1997). En definitiva, según Pérez y Leganés (2012, p.129) "la experiencia musical activa la imaginación y la creatividad, construyendo el fundamento desde el cual actúan los procesos de cognición, percepción, atención, memoria, inteligencia, pensamiento y lenguaje".…”