En lugar de dotaciones exógenas, los recursos naturales pueden verse como recursos económicamente explotables gracias a mejoras en el conocimiento. Esto subraya la necesidad de comprender por qué algunos países abundantes en recursos naturales pueden desarrollar sus propias tecnologías, mientras que otros no. Abordamos este problema observando la evolución de las facultades de ingeniería y los ingenieros graduados desde 1850 hasta 1939 en países andinos y nórdicos, dos regiones donde los recursos naturales fueron críticos al comienzo del crecimiento económico moderno. Encontramos la consolidación de una brecha de conocimiento entre los países andinos y nórdicos durante la Primera Globalización que se materializó en: a) una diferencia drástica en el número total de ingenieros capacitados localmente; b) el papel que desempeñaron estos ingenieros en sus respectivos mercados laborales. Estas diferencias fueron el resultado de diferencias en el apoyo público a la educación primaria, y a las tradiciones migratorias. Ambas, a su vez, están vinculadas a contingencias históricas y geográficas.