Se ha partido en este artículo del supuesto que convivencia significa vivir conscientemente en compañía. Se ha considerado que los seres humanos desean compañía, pero también autonomía o autodeterminación. Con una metodología propia de los ensayos, se ha considerado que la convivencia implica: a) Una relación con la satisfacción relativa y provisoria a través del intercambio; b) Más las diferencias (físicas, sociales, culturales, económicas, etc.), El bienestar de unos y el malestar de otros, llevan o pueden llevar a escisiones, grietas, separaciones, rupturas de la convivencia, que requieren superarse. Se ha planteado la hipótesis de que el proceso educativo personal y social, que respeta la libertad, la racionalidad y la afectividad es una herramienta necesaria pero quizás insuficiente, en un mundo que propone el hiperconsumo como ideal de vida