El acceso al agua dulce es el principal factor relacionado con el crecimiento económico y el desarrollo social de una región. En muchas zonas litorales los acuíferos costeros son la principal y única fuente de agua dulce apta para consumo humano. Los procesos de recarga/descarga en los acuíferos someros costeros representan a fenómenos complejos en cuanto a su interrelación con otras fases del ciclo hidrológico. El objetivo general fue evaluar los procesos de recarga/descarga que actúan en el acuífero costero somero ubicado en forma paralela a la costa de la provincia de Buenos Aires. En el sector oriental de la provincia de Buenos Aires se destaca al norte, la costa del Río de la Plata (zona estuárica intermedia); en la parte central, la Bahía de Samborombón (zona estuárica exterior); y al sur, el litoral atlántico (costa marítima). Para este estudio se seleccionó un sector de la costa atlántica y en forma complementaria se incluyeron algunas experiencias en la costa del Río de la Plata. En el primer caso corresponde a la zona identificada por la localidad de Mar del Tuyú (Partido de La Costa) y en el segundo la localidad de Los Talas (Partido de Berisso). Las actividades desarrolladas incluyeron tareas de gabinete, campo y evaluación de los procesos de recarga y descarga. En la primera se efectuó la recopilación bibliográfica nacional e internacional, el estudio de imágenes satelitales acompañado del análisis de usos de suelo, cálculo de balances hídricos, elaboración e interpretación de los relevamientos hidrogeológicos, hidroquímicos e isotópicos. Se utilizó un sistema de información geográfica (SIG) como plataforma de mapeo. El trabajo de campo incluyó la instalación de redes de monitoreo del agua subterránea, el monitoreo periódico de niveles freáticos (mediciones manuales y automáticas), así como la extracción de muestras de agua para análisis químicos. Se realizaron ensayos de estimación de la velocidad de infiltración, determinación de humedad del suelo, cálculo de la difusividad hidráulica a partir de las mediciones de niveles, y relevamientos geoeléctricos. Para estimar la recarga se aplicaron metodologías a partir de la fluctuación de los niveles freáticos, mapas de isovariación y balance del ion cloruro. También se han estimado valores de descarga utilizando tres métodos de estudio: piezómetros, 222Rn como trazador y tomografía de resistividad eléctrica. El estudio del efecto de las mareas del Río de la Plata sobre el agua subterránea en el humedal costero de Berisso también fue abordado. La costa marítima está constituida por dunas de arena que conforman un cordón paralelo a la costa. A su vez para el sector específico de estudio se distinguen, de oeste a este: cordones litorales; campo de dunas inactivo vegetado; dunas semiactivas con crestas sin vegetación y con espacios interdunales totalmente vegetados y, dunas activas. Las características geológicas y geomorfológicas de este cordón costero facilitan la recarga del agua subterránea a partir del agua infiltrada de las precipitaciones, almacenándose en forma de lente de agua dulce, los cuales limitan tanto al este como al oeste con agua de elevada salinidad. En la costa estuárica se reconocen rasgos geomorfológicos relacionados a la planicie de marea relictual, cordones litorales conchiles y llanura estuárica. Los sedimentos que conforman estas unidades son holocenos de origen marino y fluvio-estuárico, los más recientes. En estas geoformas también las condiciones geológicas y geomorfológicas favorecen el predominio de la recarga de agua subterránea a partir de la infiltración de los excesos de las precipitaciones, formándose lentes de agua dulce, por encima de aguas de mayor salinidad y que la limitan al oeste y por debajo. Hacia el este, el límite lo constituye el agua dulce del Río de la Plata. En este caso la aplicación de métodos geoeléctricos permitió determinar la profundidad y distribución de los sedimentos en el subsuelo, así como delimitar la geometría y el contenido de agua dulce en el sector del cordón litoral. En cuanto a las condiciones climáticas para el periodo estudiado, en general, las precipitaciones oscilaron en una media anual de 1000 y 1100 mm en ambos casos. La evapotranspiración real (ETR) en condiciones medias estaría en el orden del 65% de las precipitaciones y los excesos del 34 % para la costa marítima y del 70 / 30% para la costa estuárica del Río de la Plata. Los mayores excesos se registran entre marzo y octubre, no reconociéndose una variabilidad regional marcada, así como tampoco en la relación ETR - excesos. En la costa marítima se define que el acuífero freático tiene una forma elongada en sentido norte-sur, donde las mayores alturas se encuentran en el sector central (área de recarga) y disminuyen hacia el este y oeste (áreas de descarga). El flujo subterráneo es divergente desde la zona de recarga con dos direcciones opuestas de descarga una hacia el continente y otra al mar. El flujo subterráneo en la costa estuárica indica un movimiento del agua en dirección SO – NE, produciéndose la descarga local y regional en el Río de la Plata. Localmente se manifiesta una morfología positiva en la capa freática con forma de lente debido al agua dulce contenida en los cordones litorales de conchillas. En la costa marítima existe una relación directa entre las fluctuaciones de los niveles freáticos y los excesos del balance que se han transformado en recarga al acuífero. Si las precipitaciones acumuladas entre las fechas de relevamientos (aproximadamente 30 días) son inferiores a 70 mm, no se registra una elevación en los niveles freáticos. Se observa un comportamiento diferencial según la época del año en cuanto a la respuesta de los niveles freáticos. A igual cantidad de precipitaciones los mayores ascensos se obtienen en el semestre frío. En la costa estuárica de Berisso en periodos con excesos nulos o menores a 26 mm los niveles se profundizan, por lo cual se define que es necesaria una mayor contribución para producir la elevación de los niveles freáticos en este ambiente. En la llanura estuárica, esta relación no es tan clara ya que existiría una influencia de las mareas del Río de la Plata que enmascara la relación entre la variación de niveles freáticos y la recarga. Los gradientes hidráulicos, velocidades de flujo y consiguiente valor de descarga en la costa marítima son mayores que en la costa estuárica debido a las características de los sedimentos. En la costa marítima existe una variabilidad en la conductividad eléctrica (CE) del agua subterránea en función de la recarga (a mayor recarga menor CE) aunque en términos generales, la correlación no presenta un buen ajuste en este área. En cambio, para la costa estuárica se verifica una relación inversa entre las alturas de los niveles freáticos y este parámetro. Las mayores velocidades de infiltración para las dunas de la costa marítima se estimaron en el sector representativo de las condiciones naturales de la duna activa y disminuye bajo condiciones de compactación del terreno. Si bien en los cordones litorales (conchillas) de la costa estuárica los valores son altos, en la costa marítima son superiores indicando mayores posibilidades de recarga al sistema subterráneo. En ambos casos las reservas de agua almacenada dependen de la recarga natural a partir de la infiltración, siendo la fuente de abastecimiento a la población y cuya explotación se efectúa mediante pozos individuales. Existe una relación entre el tipo de agua subterránea, el ambiente geomorfológico y el comportamiento hidráulico en ambos sistemas. En la costa marítima, la zona de recarga principal del cordón costero y la de descarga al mar, en su mayoría, presentan aguas bicarbonatadas sódicas, de baja salinidad, con valores aceptables para consumo humano. El sector de descarga al oeste se caracteriza por aguas con mayor contenido salino, siendo cloruradas sódicas y bicarbonatadas sódicas, con contenidos no aceptables para bebida, especialmente por la presencia de Fe y Mn. En la costa estuárica, el agua de los cordones litorales es bicarbonatada cálcica. En la planicie de marea relictual y en la llanura estuárica el agua se clasifica de tipo cloruradas y/o sulfatadas sódicas, salvo el pozo que presenta influencia del Río de la Plata y es bicarbonatada cálcica. El agua apta para consumo, excepto por el contenido elevado de Mn, sólo se alojaría en el cordón litoral. Los análisis de isótopos de 18O, 2H y exceso de deuterio (d) para la costa marítima indican que el agua de las precipitaciones se infiltra rápidamente alcanzando el nivel freático sin modificaciones en su composición isotópica. No se han detectado indicios de intrusión marina ni otros procesos de mezcla. En la costa estuárica también se indica que la lluvia es la principal recarga del sistema. Aunque existen pozos ubicados en la llanura estuárica y sometidos a la influencia de las mareas del Río de la Plata donde se registran procesos particulares. A partir de estudios más específicos realizados en la costa marítima se observó que los cálculos de recarga mediante las fluctuaciones de los niveles freáticos y balance hídrico muestran que existe una correlación entre los meses con excesos y la respuesta de los niveles freáticos ante la recarga. El método por balance de cloruros es el que menores el valor de la recarga arrojó y podría deberse al corto periodo de muestreo utilizado. También se detectó que existe una relación entre los cambios en el uso del suelo y modificaciones en la recarga, evidenciado por las variaciones en los valores de infiltración en las arenas del cordón costero. La descarga de agua dulce subterránea en el mar (SGD) fue evaluada. La hidrodinámica y el uso de 222Rn permitieron realizar una cuantificación, mientras que el método geofísico resultó más cualitativo y mostró la distribución areal de la SGD a lo largo de la línea de la costa atlántica. Los resultados obtenidos para el cálculo de la difusividad hidráulica del acuífero son concordantes con los estimados a partir de ensayos de bombeo, por lo que la metodología propuesta sería aplicable a esta zona costera. A su vez se ha observado que la conductividad hidráulica presenta fuertes heterogeneidades en el área. Las diferentes actividades socioeconómicas que se desarrollan en cada sector costero determinan que existan distintos usos y demandas de agua subterránea. En la costa marítima los requerimientos de agua dulce para consumo humano son especialmente altos durante los meses de verano debido al turismo. Por el contrario, en la costa estuárica se realizan distintos cultivos (entre ellos la vid) y la explotación de conchilla, por lo que existen canteras abandonadas y en actividad. En ambos casos el agua dulce almacenada en los acuíferos someros costeros representa la única fuente de abastecimiento a la población. La información obtenida resulta de utilidad para el manejo del recurso hídrico de ambas regiones.