“…Además, en el tipo entrarle N también encontramos "sustantivos que denotan deseo o necesidad anímica con diversos grados de intensidad o vehemencia" (gana, deseo, impulso, tentación, prisa, mono, afición, obsesión), "sustantivos que denotan aflicciones caracterizadas por la falta de ánimo, de inquietud, de voluntad o de dinamismo" (tristeza, pena, desazón, morriña, nostalgia), "sustantivos que denotan falta de fuerza, atención, disposición o interés por las cosas" (cansancio, fatiga, agotamiento, pereza, aburrimiento, flojera, debilidad), "sustantivos que designan la risa, el llanto y otras manifestaciones expansivas emocionales de naturaleza física, frecuentemente negativas, aunque no en todos los casos" (risa, rabia, cabreo, llantina, llorera, soponcio, berrinche), "sustantivos que denotan temor" (miedo, pavor, terror, pánico), y "sustantivos que expresan incertidumbre o preocupación" o "ciertos movimientos compulsivos internos que, usados figuradamente, denotan inquietud, interés o curiosidad" (duda, gusanillo, cosquilleo, sospecha, vacilación). Por otra parte, en las estructuras tipo entrar en N del español moderno encontramos sustantivos de estado tales como coma, estado (de), letargo y situación (Bosque, 2004: 944), así como agonía, aprensión, calor, cuidado, curiosidad, deseo, esperanza, éxtasis, perplejidad, El hecho de que ciertos nombres que aparecen en la estructura entrarle N también sean compatibles con el esquema entrar en N nos invita a preguntarnos cómo ha cambiado históricamente la distribución de tales nombres en estas dos construcciones y, más concretamente, si en periodos anteriores de la lengua había más sustantivos de estado que aparecieran en la construcción entrar en N. Hasta el momento, se trata de una pregunta sin respuesta, ya que ningún estudio diacrónico sobre las colocaciones del español (Alba-Salas, 2007, 2009, 2012a, 2012b, 2013a, 2013bAlonso Calvo, 2009;Beas Teruel, 2009;Blanco, 1995y Dubský, 1962, 1965 se ha centrado específicamente en las estructuras con entrar 11 . Pese a la falta de estudios específicos, encontramos referencias ocasionales a las estructuras que nos ocupan en varios estudios diacrónicos sobre entrar.…”