“…En este sentido, se relacionan con las estrategias de atenuación que despersonalizan el origen del enunciado para diluir la responsabilidad del hablante con la información que ofrece (Caffi 1999y 2007, Albelda y Cestero 2011, Cestero y Albelda 2012, Albelda et al 2014, Briz 2016, Albelda 2016, Kotwica 2020a, 2020b, Cestero 2020, Cestero y Albelda 2020, Estellés y Albelda en prensa). En otras ocasiones, en contextos neutros con respecto a las imágenes de los hablantes, el empleo de las marcas de evidencialidad de folclore podría reforzar los argumentos del hablante y aumentar su grado de aceptabilidad, puesto que se presentan como objetivos, accesibles e intersubjetivos (consúltese Polanco 2005, Cornillie 2007, Estrada 2008, Marín Arrese 2013, Briz 2016, Estellés 2018, Albelda 2020, Kotwica 2020b).…”