Una de las dimensiones más significativas en el proceso de incorporación de los descendientes de migrados es la lingüística, tanto en sociedades oficialmente monolingües como, especialmente, bilingües.
Ubicados en Cataluña, el modelo de convivencia e integración propuesto aboga por la creación de un proyecto común de convivencia plurilingüe y pluricultural, en el que la lengua catalana sea su eje vertebrador.
Sin duda uno de los más importantes procesos de cara a la obtención de este fin, son las actitudes lingüísticas que los hijos e hijas de las migraciones construyen, debido a su comprobada influencia tanto en el aprendizaje lingüístico como en la integración sociocultural.
Con este marco de fondo, el objetivo de este artículo es analizar los predictores sociodemográficos, sociofamiliares, psicosociales y lingüísticos que producen que las actitudes se ubiquen por encima o por debajo de la media, en el caso de descendientes de ecuatorianos, de otros países de Hispanoamérica y Marruecos en Cataluña.
Los datos presentados son fruto de la aplicación de un cuestionario actitudinal y autoidentificatorio, así como de sendas pruebas de competencias lingüísticas (en catalán y español).
Los principales resultados apuntan a que, si bien de manera bivariada las variables influyentes son numerosas, al introducirlas en Modelos de Regresión Logística, las más importantes conectan con la esfera autoidentificatoria, el lugar de nacimiento (e implícitamente la lengua familiar) y los usos lingüísticos.
Las implicaciones de estos resultados son discutidas.